Cada vez suena más el término machine learning pero, ¿qué es exactamente y cómo se puede aplicar al sector inmobiliario?
Lo primero que hay que aclarar es qué es el machine learning; este concepto hace referencia a una sola disciplina integrada dentro de todo el área de inteligencia artificial.
Concretamente, el machine learning es la tecnología que se basa en estas dos fases fundamentales: la primera, la adquisición de conocimientos basados en los datos; la segunda, hacer predicciones apoyadas en esos conocimientos adquiridos.
El machine learning funciona gracias al almacenamiento y alimentación de datos, dos actividades que han estado presentes desde hace décadas, entonces ¿por qué se habla ahora tanto de machine learning?
Porque estamos viviendo un momento en el que los ordenadores al fin son capaces de procesar y analizar rápida y eficazmente todos esos datos almacenados. Ahora es posible recopilar datos y que los ordenadores creen algoritmos y proporcionen nuevos conocimientos, generando así un gran valor añadido.
El machine learning se aplica fundamentalmente en tres áreas presentes en cualquier empresa: innovación, marketing y costes.
Un ejemplo de machine learning, en términos de innovación, es la clasificación automática de emails que van directamente a la bandeja de spam, gracias a que el machine learning es capaz de detectar cómo de importante es para nosotros el contenido de ese email.
En términos de marketing, es fácil ver cómo múltiples páginas webs nos hacen recomendaciones de productos basándose en nuestras preferencias anteriores.
Por último, si hablamos de costes el ejemplo más claro es la cantidad de tiempo que se puede reducir al sustituir trabajo manual de recopilación de datos por la automatización y digitalización de procesos.
El sector inmobiliario ha sido uno de los sectores más reacios a la digitalización, dada la tradicionalidad de este mercado.
Sin embargo, la innovación se está volviendo más necesaria en este sector dadas sus posibilidades en la valoración y gestión de inmuebles.
Uno de los campos que más se están explotando en este sentido es precisamente la valoración de propiedades, basada en datos privados y públicos y en algoritmos que permiten realizar de manera objetiva ofertas transparentes y competitivas.
Un claro ejemplo es el caso de Tiko, la Proptech española que hace ofertas por propiedades en tan solo 24 horas y que se ha consolidado como la alternativa digital para aquellos que buscan vender su piso rápido.
Esta tecnológica ha hecho posible que con solo rellenar un sencillo formulario online, los clientes puedan obtener una oferta por su casa sin coste y en solo 24 horas, batiendo así un récord en el sector inmobiliario español.
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