Desde que la tecnología apareció en el mundo inmobiliario ha ganado relevancia hasta convertirse en la gran aliada del sector
La llegada de la tecnología al sector inmobiliario
La Revolución Industrial introdujo los telares industriales y la máquina de hilar industrial, lo que parecía amenazar con reemplazar a artesanos y trabajadores menos cualificados.
Ante esa amenaza, a principios del siglo XIX los luditas optaron por oponerse a este progreso llegando a la quema de algunos de estos telares.
De ese movimiento, ha derivado el término “ludita” que describe a “aquellos opuestos a, o que tardan en adoptar o incorporar en su estilo de vida, la industrialización, automatización, computerización o las nuevas tecnologías en general”.
El sector inmobiliario se ha subido, algo tarde, al carro de la tecnología. Sin embargo, no hay que olvidar que el gran boom de la misma se produjo durante los años del crack inmobiliario. Entonces lo que había que hacer era reconstruir los fundamentos, principalmente en un país como España.
Fue en 2017, gracias a la iniciativa liderada por Aguirre Newman y Finnovating y denominada Proptech.es , cuando empezamos a hablar de tecnología en el sector inmobiliario.
Esa tecnología aplicada al sector inmobiliario ha permitido valorar carteras de grandes fondos en cuestión de pocas horas o días cuando antes podía llevar a equipos numerosos varias semanas de trabajo; ha facilitado el alquiler de vivienda sin tener que visitarla; o ha eliminado lo estresante de un proceso de venta de vivienda, como ocurre con Tiko.
Esta Proptech española se ha convertido en la alternativa digital para los que quieren vender su piso rápido. Con rellenar un simple formulario online, el cliente puede obtener una oferta competitiva sin coste en tan solo 24 horas.
Los neo-luditas de la tecnología en el sector inmobiliario
En una segunda ola, estamos viendo como startups de Europa, principalmente, están desembarcando en España por su atractivo como país y desarrollo del Proptech.
Por supuesto que hemos tenido neo-luditas en el sector inmobilario que han minusvalorado el potencial y la ayuda de la tecnología en el sector inmobiliario. Son aquellos que creen mantener las esencias de un sector que califican de “tradicional” y donde la “clave del éxito” es haber seguido haciendo las cosas de la misma manera desde hace años… e incluso generaciones.
Esos neo-luditas olvidan el cambio de comportamiento del cliente, cada vez más digital. También olvidan que vivimos en un mundo interconectado. Sin ir más lejos, una infección en un mercado de Wuhan ha acabado sacudiendo el mundo entero.
El covid-19: la obligación a digitalizarse
Ha sido durante la crisis del covid-19 cuando la tecnología se ha revelado esencial para mantener la actividad de muchas empresas del sector: visitas virtuales, apps para accesos y control de edificios, nuevos modelos de negocio de space-as-a-service. Sin contar tampoco las operaciones de las empresas gracias al desarrollo del cloud computing por ejemplo. Los neo-luditas se han quedado sin argumentos.
Cualquier sector de la economía, incluido el inmobiliario, no puede vivir de espaldas a la tecnología pues ésta es la gran aliada para acercarse al cliente o bien mantener las operaciones tal y como hemos comentado.
La tecnología llegó al sector inmobiliario y forma parte del mismo al igual que los ladrillos y el cemento de los edificios en los que vivimos, trabajamos o compramos.
Puede ser que haya llegado el momento de eliminar el adjetivo “tradicional” al sector inmobiliario y pasemos a usar “contemporáneo” como significado de “pertenecer o relativo al tiempo o época en que se vive”: la era digital.